ATRIBUTOS La labradorita iridiscente es una piedra altamente mística y
protectora, portadora de luz. Eleva la conciencia y conecta con las energías
universales. Esta piedra desvía las fuerzas no deseadas del aura e impide los
goteos energéticos. Forma una barrera ante las energías negativas expulsadas durante la terapia. Puede llevarte a otro mundo o a otras vidas, siendo una
piedra de sabiduría esotérica que facilita la iniciación a los misterios.
La labradorita alinea los cuerpos físico y etérico», y permite acceder
al propósito espiritual. Eleva la conciencia y asienta las energías
espirituales en el cuerpo físico. Esta piedra estimula la intuición y los
dones psíquicos, incluyendo el arte de saber elegir el «momento justo»,
trayendo mensajes de la mente inconsciente a la superficie para
facilitar su comprensión.
Psicológicamente, la labradorita disipa los miedos y las inseguridades,
limpiado los residuos psíquicos de anteriores decepciones, incluyendo los
experimentados en vidas pasadas. Fortalece la fe en el yo y la confianza en
el universo. Retira las proyecciones de otros, incluyendo las formas
mentales que han quedado enganchadas en el aura*.
La labradorita calma la mente hiperactiva y energetiza la imaginación,
haciendo que surjan nuevas ideas. Equilibra el análisis y la racionalidad
con la visión interna. Aporta contemplación e introspección. Sintetizando
el pensamiento intelectual como la sabiduría intuitiva, es una excelente
disipadora de ilusiones que va a la raíz del asunto y muestra la verdadera
intención subyacente a los pensamientos y las acciones. Esta piedra trae
a la superficie los recuerdos reprimidos del pasado.
Es un compañero útil para atravesar los cambios que imparten fuerza y
perseverancia. Una piedra de transformación, prepara el cuerpo y el alma
para el proceso de ascensión.
CURACIÓN La labradorita trata los desórdenes oculares y del cerebro,
alivia el estrés y regula el metabolismo. Se usa para tratar resfriados, la
gota y el reuma; equilibra las hormonas y alivia la tensión menstrual,
reduciendo la presión arterial. La labradorita puede usarse como testigo
durante el tratamiento radiónico para detectar la causa de la
enfermedad*.
POSICIÓN Póntela sobre el chacra corazón superior; sostenla o sitúala
tal como sea apropiado.