ATRIBUTOS La apatita tiene la propiedad de inspirar. Punto de encuentro entre
la conciencia y la materia, es una piedra de manifestación y favorece una actitud
humanitaria, inclinándonos hacia el servicio. La apatita está sintonizada con el
futuro y, sin embargo, conecta con vidas pasadas. Desarrolla los dones psíquicos
y la sintonía espiritual, profundiza la meditación, eleva la kundalini* y favorece la
comunicación y la autoexpresión a todos los niveles.
Psicológicamente, la apatita incrementa la motivación y acumula reservas de
energía. Induce apertura y desenvoltura social, favoreciendo la extroversión y
disolviendo la desconexión y la alienación. Retira la negatividad de uno mismo
y de los demás. Resulta de ayuda para los niños hiperactivos y autistas.
Estimulando la creatividad y el intelecto, la apatita aclara la confusión y ayuda
a acceder a información que debe ser usada para el bien personal o colectivo. La
apatita expande el conocimiento y la verdad, aliviando la pena, la apatía y la ira.
Reduce la irritabilidad y ayuda a superar el agotamiento emocional. Liberando
energía del chacra* base, elimina la frustración y sustenta la pasión sin culpa.
CURACIÓN La apatita sana los huesos y favorece la formación de nuevas
células. Ayuda a la absorción del calcio y a la formación de cartílagos, huesos,
dientes y habilidades motoras; también mejora la artritis, los problemas de las
articulaciones y el raquitismo. Esta piedra elimina el hambre y eleva el ritmo
metabólico, potenciando un estilo de comer más sano. Cura las glándulas,
meridianos y órganos, y ayuda a superar la hipertensión. Equilibra los cuerpos
físico, emocional, mental y espiritual, y los chacras, eliminando el exceso de
actividad y estimulando cuando hay carencia de ella. Usada junto a otros
cristales, la apatita facilita resultados.
POSICIÓN Llévala puesta sobre la piel en las zonas afectadas, o sitúala como
resulte apropiado.